Hoy recordamos una dura realidad: millones de personas en el mundo se acuestan con hambre cada día, mientras toneladas de alimentos se desperdician.

El hambre no es solo falta de comida, es falta de justicia, equidad y oportunidades. Es un problema global que requiere acciones locales y compromiso colectivo.

¿𝘊ó𝘮𝘰 𝘱𝘰𝘥𝘦𝘮𝘰𝘴 𝘢𝘺𝘶𝘥𝘢𝘳?

Apoyando iniciativas solidarias

Comprando a productores locales

Evitando el desperdicio de alimentos

Alzando la voz por políticas más justas

Un mundo sin hambre es posible, pero necesita de todos.